Si a menudo los diseñadores de moda demuestran que siempre hay espacio para relanzar estilos que funcionaron en el pasado, el equipo de innovación y desarrollo de MLB está en la misma línea y, más que rescatar, considera imponer una práctica cada vez menos utilizada en el juego de hoy.

La liga evalúa imponer un mínimo de seis entradas de labor a los abridores, una iniciativa que tiene como fin restaurar la prominencia de esos lanzadores, que han perdido protagonismo ante un bullpen compuesto por brazos que cada vez alcanzan pitcheos a más alta velocidad.

Es un movimiento que se plantea con un enfoque más mercadológico en torno a una figura central en el partido como el lanzador.

Un reporte de ESPN, citando fuentes de la Major League Baseball, da cuenta de que las únicas excepciones que habría para que un abridor no complete los seis episodios serían que haya superado los 100 pitcheos, tolerado al menos cuatro carreras o sufrir una lesión que se pueda justificar.

Sobre la mesa también está la opción de que si ese equipo no conserva a su abridor por seis episodios entonces perdería al bateador designado, un experimento que ya se hizo en la Atlantic League, una liga independiente. Allí, el equipo perdía al designado una vez salía el abridor.

No se espera que esto suceda pronto. La MLB aún no ha llegado a la etapa en la que pondría a prueba estas reglas en las ligas menores, y los equipos necesitarían mucho tiempo de advertencia para comenzar a estirar a los lanzadores y reconsiderar las cargas de trabajo. 

La oficina del comisionado quiere en la misma ecuación que los abridores pasen más tiempo en el montículo y menos en el quirófano para someterse a cirugías en los brazos. También querría más equilibrio en un deporte que ha girado en torno a los ponches en las últimas temporadas.

El cambio

De acuerdo a Baseball-Reference, la duración promedio de las entradas de los abridores fue relativamente constante de 1950 a 1979, con 6,5 entradas. 

Esto comenzó a disminuir de 1980 a 1999, cayendo a 6,1 innings por apertura; de 2000 a 2019 bajó a un promedio de 5,8 capítulos y de 2020 a 2023 bajó a 5 entradas por apertura. Esta temporada, ya que el promedio es de 5,1 IP por apertura.

En la época en que los cuerpos de lanzadores eran más pequeños en el roster, los juegos completos eran más frecuentes. 

Durante la década de 1950, los equipos promediaban 52 juegos completos por temporada. Esa tendencia comenzó a bajar durante los siguientes veinte años (1960-1979), ya que pasó a un promedio de 40 por equipo. 

En la década de 1980 se redujo a la mitad hasta 18 por equipo, por año. De 2010 a 2019 cayó a 5 por club durante esos veinte años. Ahora se ha reducido a una rara ocasión: el promedio por equipo desde 2020 se sitúa en uno.

Esta temporada solo van 25. El dominicano Cristopher Sánchez (Filis) comparte el liderato con Max Fried y Kevin Gausman, con dos, cada uno.