Miguel-Andujar,

Estar en juego es vital para que un pelotero pueda demostrar lo que es capaz de hacer, ese ha sido la situación que ha tenido que enfrentar el dominicano Miguel Andújar, quien no ha podido encontrar espacio en terreno con regularidad con los Yankees de New York.

Andújar se estableció como una figura preponderante con los Yankees en la temporada de 2017, cuando disparó 27 jonrones, remolcó 92 carreras y bateó .297, cargándolos hacia la postemporada. Pero una lesión en el hombro que lo limitó a solo 12 juegos el año pasado, la aparición de Gio Urshela en la antesala del equipo de New York y el tener que enfocarse en aprender a jugar una nueva posición, han afectado sin dudas las oportunidades de estar en el terreno para el dominicano.

El potente bate de Andújar, antes del encuentro de este martes entre Yankees y Azulejos de Toronto, ha estado alineado durante 17 partidos de los 41 juegos que han disputado, en un tiempo en el cual se ha mantenido en un constante sube y baja desde el equipo hasta su filial de campamento extendido.

Los resultados alcanzados por Andújar no han sido los mejores, logrando promedio de bateo de .217 con un jonrón y tres remolcadas, esto producto de 10 hits en 46 turnos al bate, para acumular un porcentaje de embasarse de .265 y un slugging de.326, una línea ofensiva para nada atractiva.

Ante estos resultados, Andújar puede perfectamente presentar su caso, alegando falta de juego y oportunidades al bate, ya que con las lesiones de Aaron Judge, Giancarlo Stanton y otros miembros del equipo, el dominicano ha podido estar en el terreno de manera continua, dando buenos resultados.

En sus últimos cinco partidos, desde que fue llamado al equipo grande, Andújar batea para promedio de .400 producto de los seis incogibles que ha conectado en 15 visitas al plato, el dominicano que no había disparado extabases en la campaña, fletó su primer cuadrangular y su primer tripledesde el año 2018, su porcentaje de embasarse, que se vio reforzado además de sus hits, con dos trasferencias, en este lapso de cinco juegos es de.471 y su slugging de .733.

En este mismo espacio de tiempo acumuló sus tres remolcadas y tres de sus cinco anotadas en la contienda, mostrando una gran capacidad de hacer contacto con la pelota, ya que solo se ponchó en una ocasión.

Esta actuación es grito de reclamo de tiempo de juego por parte del dominicano, los Yankees no viven su mejor momento en la temporada y esperan por el regreso de sus estelares jugadores, por lo que solo el tiempo dirá si el bate de Miguel será escuchado o será enviado nuevamente a la banca o al campamento alterno del equipo.