En la historia de la postemporada, muchos jugadores han marcado el camino de sus equipos y no precisamente con una buena jugada en el terreno de juego, sino con sus palabras, como lo hizo el dominicano Ramón Laureano con los Atléticos de Oakland, según las Mayores.
Ramón Laureano comenzaba a sentir que el tiempo se agotaba para los Atléticos mientras la banca del club lucía cada vez más apagada con cada inning que pasaba, tras haber perdido su segunda ventaja en el Juego 3 de la Serie Divisional de la Liga Americana. En un año en el que los Atléticos superaron tanta adversidad, caer barridos por sus archirrivales no era la manera en la que esta historia estaba supuesta a terminar.
Entonces, el patrullero dominicano de Oakland decidió hacer algo al respecto.
En busca de devolverle la chispa a un equipo abajo 0-2 en la serie y abajo también en el marcador por tres carreras en el Juego 3, Laureano reunió a todo el plantel tras regresar al dugout en la conclusión de la sexta entrada para darles un emotivo discurso. El mensaje claramente tuvo una reacción positiva en los jugadores: Los Atléticos arrancaron el séptimo capítulo con imparables consecutivos, antes de que Chad Pinder le inyectara nueva vida al equipo con un cañonazo de tres rayas que empató la pizarra, que también resultó ser el primer hit de Oakland en la serie con corredores en posición de anotar.
Como resultado, el tablazo de Pinder encendió a Liam Hendriks, quien ingresó al encuentro en la séptima, luego recibió una ventaja de dos carreras con un par de elevados de sacrificio en la octava y selló la victoria con tres entradas en blanco en la victoria del miércoles por 9-7 sobre los Astros.