El domingo, el COVID-19 y las lluvias se compusieron para dejar espacio a que solo se disputara el Águilas-Escogido. Esto no restó protagonismo al béisbol en la opinión pública, puesto que entre el brote en Licey y Gigantes (que ya alcanza los 23 casos) y violaciones a las medidas del Gobierno para contener el virus peloteros fueron tendencias.
La Lidom suspendió ayer de forma indefinida a Wirfin Obipso, el cerrador de las Estrellas Orientales, quien fue detenido por la Policía Nacional en San Pedro de Macorís mientras violentaba el toque de queda, con el equipo de música de su vehículo a alto volumen.
El reporte da cuenta que el derecho, intentando resistir el arresto, golpeó la unidad policial en Quisqueya, y uno de los acompañantes apuntó a las autoridades con una escopeta que está a nombre de Obispo, de 36 años. Al líder histórico en rescates del club verde (43) también le fue retirado el permiso de transitar en el horario restringido que tienen los peloteros envueltos en el torneo.
En Puerto Plata, el también lanzador Carlos Martínez fue detenido por la Policía sindicado como organizador de una actividad masiva de motos en el malecón de la ciudad del Atlántico, donde se violaron las medidas sobre distanciamiento social.
Vídeos y fotos de Martínez junto a la cantante urbana Denisse Michel Tejada, alias “La Perversa”, en una motocicleta inundaron la web desde el domingo, unas imágenes que pueden costarle caro al derecho de los Cardenales.
¿Qué riesgos se tomó el Tsunami al montarse en esa moto?
En 2021 Martínez tiene el último año cubierto de su actual contrato con San Luis, que le debe desembolsar US$11,7 millones. Es el último de la extensión por US$51 MM por cinco años que rubricó antes de la zafra 2017. Pero el pacto tiene una cláusula del equipo por US$17 MM en 2022 y otra por US$18 MM para 2023. En cada uno si la organización no la ejerce debe pagarle US$500,000.
Sin embargo, el párrafo 5(b) de los contratos de los peloteros condiciona el cumplimiento de estos pactos a que los atletas no incurran en prácticas de alto riesgos. Establece que si se lastiman en actividades como baloncesto, boxeo, lucha, patinaje, manejar en carreras de autos o motores el equipo puede rescindir el pacto.
Ron Gant era jardinero de los Bravos que dominaron la Liga Nacional en la última década del siglo pasado. En 1994 sufrió un accidente de moto y el equipo utilizó el argumento para en lugar de los US$5.5 millones que correspondía pagarle solo US$900,000.
Aaron Boone, actual dirigente de los Yanquis, se lastimó jugando baloncesto en la temporada muerta de 2003 y los Mulos del Bronx le bajaron de US$5.7 millones hasta US$1 MM su salario de 2004.
Martínez ha confrontado problemas de salud en los últimos años y hasta perdió su posición en la rotación.
Con su valor a la baja, hoy luce cuesta arriba que los Cardenales ejerzan esas opciones y el club se pronunció ayer sobre el incidente en Puerto Plata.
«Ciertamente, no toleraríamos a nadie de nuestra organización que viole a sabiendas las leyes de la comunidad o los reglamentos de salud», dice un comunicado de los Cardenales emitido ayer sobre el caso de Martínez. “Estamos colectando informaciones sobre el incidente”.
El ministro de Salud Pública plantea a los equipos que realicen concentraciones como hace el Escogido y en el mejor de los casos, con 23 casos positivos confirmados entre Gigantes y Licey, sería el viernes cuando se reanude el calendario con tres juegos por fecha.
“El Escogido está en burbuja, estamos planteando seriamente que si pudieran entrar todos en burbuja sería mejor porque eso nos garantiza más que pueda seguir el campeonato sin ningún tipo de problemas”, dijo Plutarco Arias al ser entrevistado por Huchi Lora, Edith Febles y Carolina Santana en el programa televisivo El Día.
El torneo continuará, de momento con los cuatro equipos que no presentan brotes, con un calendario ajustado.
Así las cosas, si todo va bien los Tigres tendrían que disputar 27 partidos en 24 días y los Gigantes 26 desafíos en ese trayecto.
“Yo no creo que se suspenda el campeonato. Sí creo que en su momento pueda asistir público a distancia a los estadios, lo que pasa es que necesitamos que la gente se vaya adaptando, porque es que la gente ha roto todos los protocolos”, dijo Arias.