En un ambiente cargado de tensión y emociones, Juan Soto regresó al Yankee Stadium, esta vez vistiendo el uniforme de los Mets, su nuevo equipo. A pesar de ser recibido con abucheos por parte de los fanáticos de los Yankees —molestos por su salida del equipo— el jardinero dominicano sorprendió a todos con un gesto inesperado: se quitó el casco y saludó con una sonrisa hacia las gradas.
Lejos de encender la polémica, Soto optó por la elegancia. «Es parte del juego. Los fanáticos pueden expresar lo que sienten, pero yo siempre estaré agradecido por mi tiempo aquí», comentó al finalizar el partido. Su actitud fue celebrada en redes sociales, donde muchos destacaron su madurez y respeto por la afición rival.